
Así se aplica la base y el 'top coat' en una manicura para que dure mucho más tiempo
El motivo de que se te agriete el esmalte y te dure un suspiro la manicura que te haces en casa, probablemente se deba a que no usas estos dos productos... o bien los estás utilizando mal. Así es como se hace para lograr un acabado profesional.
Seguro que te ha ocurrido muchas veces: estás lista para salir de casa, pero te das cuenta de que no te has pintado las uñas. Y eso es imperdonable, porque para aquellas personas que estamos acostumbradas a ir siempre con la manicura hecha, cuando vemos nuestras uñas al natural nos sentimos casi desnudas. Así que nada, decides que te las vas a pintar rápidamente, te das un par de pasadas de tu esmalte de uñas favorito, te soplas un rato la mano y listo.
Bueno, pues aunque sea un recurso bastante socorrido, la verdad es que no es nada recomendable. Para empezar porque eso ni siquiera es hacerse una manicura: esta requiere de tiempo. Si queremos que la manicura nos dure intacta mucho más tiempo, tenemos que preparar la uña. Y esto requiere más pasos que simplemente limarla, darte una capa de endurecedor y otra de pintura.
Hay dos pasos importante que solemos saltarnos, pero que son de suma importancia para lograr este efecto duradero: hablamos de aplicar la base y el top coat. Y por si te hemos pillado algo despistada.... te recordamos qué es cada producto
- La base es el esmalte transparente que se utiliza antes de aplicar cualquier color en la uña. Se utiliza para protegerla e hidratarla.
- El top coat se aplica en último lugar, por encima del esmalte de color que hayas elegido. Y es fundamental, puesto que ayuda a fijarlo y a evitar que se agriete con cualquier posible golpe.
Manicura en casa: otros trucos para que dure más
Los productos anteriores son importantes, pero no es lo único que deberías hacer antes antes de hacerte esa manicura tan bonita que has visto en Instagram. Y es que de nada te sirve darle una montaña de capas de color a la uña (es entonces cuando se forman esas feas burbujas y grumos que tanto odiamos), ni de limar como si te fuese la vida en ello.
Hemos preparado esta guía para que aprendas a hacerte una buena manicura casera siguiendo unos sencillos pasos y un par de trucos que te van a facilitar mucho la tarea.

¿Su función? Cuidar la uña, puesto que la protege de las capas de esmalte que le apliques a continuación. Pero además también va a ayudar a que el color dure más tiempo.

Verás que es totalmente transparente y es porque se aplica sobre el color del esmalte. Lo protege de golpes, le da más brillo y evita que el color se vaya rápido. ¡Ah! Y algunos tienen efecto de secado rápido.

No vayas de adelante y hacia atrás moviendo la mano de izquierda a derecha, pues podrías estropear la capas de tu uña. Lo ideal es hacerlo en una misma dirección.

Pues un quitaesmalte, evidentemente. Pero ojo, evita que tenga acetona, puesto que es un producto fuerte que puede hacer que se nos seque la uña.

Los discos de algodón o las bolitas es el mejor material a la hora de retirarnos en casa el esmalte de uñas.

Ni más ni menos: comienza con un trazo en el centro y remata con otro al lado izquierdo, y uno más al derecho. Nada más.

Así podrás crear una capa fina de pintura sobre la uña. Si creas una gruesa, tardará más en secarse y probablemente termine estropeándose antes de tiempo.

Algunos esmaltes incluyen esta característica, ten cuidado porque sus fórmulas también pueden secar tu uña natural.

Y procura que no tengan ingredientes como tolueno, o ftalato de dibutilo (DBP), considerados peligrosos ante una larga exposición a ellos.

A veces solemos dar una capa de esmalte transparente al finalizar la manicura para que esta brille más, pero es una cualidad que ya obtenemos con el top coat.

Espera a que la pintura se seque para mojar un bastoncillo o un pincel que ya no uses con punta fina: mójalo en quitaesmalte y pásatelo con cuidado por los bordes de la uña.

Da igual lo mucho que te crezcan: nunca las cortes. Se deben retirar con un palito de naranjo para evitar dañarnos la uña. Después puedes aplicar un aceite hidratante.

Al menos no hasta que pasen un par de horas, así te asegurarás de que el esmalte se ha secado del todo.