Trucos para no saltarte la dieta si comes o cenas fuera
Comer bien no significa que tengas que restringir las cantidades, pero sí cuidar lo que comes. Y, por supuesto, comer fuera no tenemos por qué asociarlo con hacer excesos.
Después de ver las fotos en bañador de Aitana, que ha presumido de bañador de cuadros en su primer chapuzón en la playa esta Semana Santa, y de Kendall Jenner, que nos enseñó que el animal print Kendall Jenner, que nos enseñó que el animal print es una tendencia que no solo se lleva en la calle, también en la playa, ha llegado el momento de asumirlo: el verano está aquí y, después de un invierno cubiertas por miles de capas, toca dejarlas en casa y sacar del armario los vestidos fluidos, las sandalias y los tops. Y entonces nos entran las prisas con la operación bikini: ¿es posible conciliar la vida social con una alimentación sana? Sí, claro que se puede.
Comer bien no significa que tengas que restringir las cantidades, pero sí cuidar lo que comes. Y, por supuesto, comer fuera no tenemos por qué asociarlo con hacer excesos. Ante una opción dulce y una salada, lo mejor es que te decantes por la salada y piensa en que cuanto menos elaborado sea un plato, más sano será. “Darse un banquete de dulces, podría resultar contraproducente, ya que lo que inicialmente parece una inyección de energía y placer, debido a la liberación de dopamina que se produce con la ingesta de azúcar y a la bajada de los niveles de estrés por la disminución temporal del cortisol, fácilmente se puede convertir en una sobreestimulación adictiva y cada vez se necesite una mayor cantidad de dulces para obtener el mismo grado de satisfacción”, apunta Rubén Bravo,, experto en nutrición y portavoz del IMEO.
“¿Qué hago si me ponen un plato de algo que me gusta mucho y no soy capaz de resistirme?” No consiste en vivir reprimidas con la comida, sino en disfrutar de lo que se come. Hay mil opciones saludables y sanas, que además de saciarnos, nos aportan una barbaridad de nutrientes.
Y claro que se puede salir a comer o cenar fuera sin remordimientos y aquí van algunos consejos que lo demuestran. ¡Verás que todo es mucho más fácil de lo que crees y que comiendo sano también se disfruta!

Más horas de sol, más tiempo libre para viajes, salir de terrazas... La primavera solo nos trae cosas buenas. Y por supuesto que se puede comer bien y fuera.

Es importante que esté formado por verduras, a la plancha o cocidas es una buena elección; las ensaladas son una opción muy saludable, el hecho de tener que masticar un rato hortalizas crudas lleva un trabajo gástrico importante que hace que se coma menos después; eso sí, ¡cuidado con el aliño!, es mejor que lo dosifiques tú mismo, puedes utilizar aceite de oliva virgen extra pero mejor una vinagreta ligerita o simplemente sal y limón.

Elaborados de forma sencilla, siempre a la plancha o al horno sin salsas demasiado pesadas (tanto a la hora de la comida como de la cena). Pregunta al camarero por la guarnición, opta por verduras, ensalada o una patata asada y controla las porciones.

Es aconsejable elegir fruta de temporada (la piña es diurética y está muy rica) o un sorbete de limón sin alcohol. Si eres un amante del dulce, podrás darte el gusto con una infusión endulzada con miel y limón o, si no hay más remedio, compartir con otros comensales.

Digamos un rotundo sí al jamón, la cecina, los encurtidos, frutos secos, los boquerones en vinagre, las gambas, el salpicón de marisco, los mejillones o los berberechos. Hay que huir de las patatas fritas, kikos, croquetas, hojaldres y rebozados. Acompaña este momento “delicatesen” con una copa de vino tinto y trata de evitar la cerveza ¿una opción mejor? Nada de alcohol, apuesta por un zumo de tomate o agua con gas y una rodaja de limón.

Es recomendable tomar un snack antes de llegar al restaurante para ayudar al cuerpo a controlar el hambre y poder pedir con mesura (una pieza de fruta, un puñado de frutos secos o un yogur griego sería suficiente, aunque también puedes llenar el estómago con un caldo de vegetales), así evitaremos caer en las tentaciones más apetecibles y menos healthy que se acumulan en forma de kilos extra. Además, uno debe recordar que los expertos recomiendan hacer 5 comidas al día.