
Algarve: las playas más bonitas y desconocidas para perderse en la costa portuguesa
¿Buscas una playa recóndita en la que darte un baño? ¡Aquí están las playas más bonitas y desconocidas del Algarve!
Aunque en España tenemos unas playas increíbles, nuestros vecinos los portuguesas tienen poco que envidiarnos... Las playas del Algarve (Portugal) son famosas en el mundo entero por su agua limpia y su arena fina.
¿Qué es lo más bonito del Algarve?
Con sus 200 kilómetros de costa, más de 115 preciosas playas y un perenne cielo azul, el Algarve es el destino de los amantes del sol y el mar. Reiteradamente elegido entre los mejores de Europa, méritos no le faltan. Y es que la calidad de las aguas y los arenales, así como la belleza de la costa, cada vez más agreste hacia el oeste -donde forma una de las líneas costeras más especiales y mejor conservada de Europa-, han hecho del sur de Portugal un destino de referencia para los amantes de las buenas playas y el buen vivir vacacional. Sus pueblos blancos, su gastronomía mediterránea con exóticas influencias árabes y el afable carácter portugués, ponen el broche de oro a un plan perfecto.
Sin embargo, si todos esos elementos constituirían la más tentadora carta de presentación en cualquier otro momento, la nueva normalidad pone en valor un atractivo del Algarve quizá no tan conocido por muchos: su abundancia en playas tranquilas. Un sueño hecho realidad ahora que la distancia social se ha convertido en una necesidad.
10 playas solitarias del Algarve para perderse en la nueva normalidad
La costa oeste del Algarve, la llamada Costa Vicentina, es en general la menos frecuentada por el turismo, por tratarse de playas más apartadas, rocosas y, a menudo, con difíciles accesos a los arenales. Por contrapartida, nos hallamos en una desbordante zona de parque natural, todo un regalo para la vista y para los sentidos, con un patrimonio natural único en el mundo.
En el municipio de Aljezur, son varios los enclaves poco frecuentados, donde es fácil disfrutar de apacibles días de playa, siempre en el marco natural exultante de una de las costas más especiales del Viejo Continente.
Si todavía no has hecho vacaciones o, por el contrario, ya estás en busca de cuál será tu próximo destino, ¡sigue bajando y descubre cuáles son las playas más bonitas del sur de Portugal!
Desde el puerto de Olhão, atravesando los laberintos de arena y limo de Ría Formosa, se puede acceder a la Ilha de Armona y a su playa del mismo nombre, en el extremo occidental de la isla. El arenal es tan largo que de nuevo se pierde a los ojos, proporcionando gratos momentos de tranquilidad en los que disfrutar de relajantes días de playa y de incandescentes puestas de sol.
Caminando por Praia da Armona se puede acceder a Praia da Fuseta, en el extremo este de la isla. La lengua de arena se estrecha, pero es igualmente extensa y apetecible y la naturaleza se impone en el paisaje. Después de 45 minutos caminando hacia oriente se puede llegar al arenal desierto e intacto de la bocana de Fuseta, así como a sus innumerables piscinas arenosas naturales.
Más hacia el sur, en la zona de Sagres, también hay varias playas desconocidas. Es el caso de Praia da Barriga, escondida en el tramo final de un valle largo y muy verde. Llegando, se empieza viendo praderas naturales, tanto en la desembocadura de un pequeño riachuelo como en las dunas ajas que lo rodean, y después un amplio arenal protegido por inmensos acantilados negros.
Es una playa tranquila, con bonitos rincones originados por el recorte de los acantilados. Durante la bajamar, se puede alcanzar caminando la Praia do Castelejo, algo más frecuentada si no masificada, sobre todo por surfers y bodyboarders.
La Praia de Bordeira suele estar bastante tranquila, con un arenal muy amplio que se extiende a lo largo de tres valles. La playa es preciosa, con un paisaje variado a base de naturaleza calcárea de colores cálidos, extensos campos de dunas y una laguna ocasional en la Ribeira de Bordeira con aguas templadas, en las que, a veces, se puede ver nadando a nutrias.
La Praia de Carreagem es una playa muy tranquila y casi siempre desierta. En gran parte debido a su acceso, a través de caminos de roca (lo que descarta ir con niños). En el extremo norte de la playa, cuando la marea es baja, se puede observar un curioso anfiteatro natural, tallado en esquisto.
Praia Vale de Figueira tiene un arenal amplio y muy tranquilo. Para acceder hay que bajar por un valle cuyas laderas están densamente pobladas de brezales, madroños y jaras. Sus aceites aromáticos impregnan el ambiente.