
Tenemos los mejores planes del norte de España para los que huyen del calor
En Delooks tenemos los mejores planes para disfrutar de una de las mejores zonas del país: el norte de España.
¿Buscas dónde ir de vacaciones? ¿En plan relax o a conocer una ciudad? ¿Playa o montaña? ¿Calor o mejor fresquito? ¿Deporte o gastronomía?
Busques lo que busques, en España lo tenemos todo, la verdad sea dicha. No nos podemos quejar de los millones de planes que podemos hacer en cada sitio al que vayamos... Y es que no importa si preferimos playa, piscina, campo o ciudad medieval, porque las posibilidades patrias de hacer planes para disfrutar del verano son infinitas.
Sin embargo, si hay algo que se está poniendo de moda en los últimos años es veranear en el norte de España. Puede que sea por la abundante gastronomía, el verde de las montañas, el olor a mar o esa brisa que nos hace ir con una chaqueta por encima de los hombros, por si refresca (¡que no se te olvide!, es lo primero que tienes que meter en la maleta).
¿Qué ver en el norte de España?
De este a oeste, es imprescindible conocer los museos de arte más importantes: el Guggenheim en Bilbao, las exposiciones en el Centro Botín de Santander, o el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo.
Si eres de playa, no te pierdas las cuevas de la playa de las Catedrales, en Lugo. La cala de San Antonio del Mar, con sus aguas cristalinas; o la extensa Playa de El sardinero, en Santander.
¿Dónde comer?
No podemos enumerar una lista de qué y dónde comer en el Norte, donde se une lo mejor de la tierra y el mar, porque daría para tres o cuatro artículos.
Lo que sí os vamos a dar son algunos consejos: cuanto más alejado del centro de las ciudades, mejor. Los bares y restaurantes de los pueblos siempre son los que más calidad y cantidad ofrecen. Y creednos, nunca os llevaréis una sorpresa con la cuenta.
¿Qué planes hacer?
La oferta de ocio es tan buena como la de la comida, y es que si algo tiene el norte, es que ofrece lo mejor de la costa y de la montaña en apenas kilómetros de distancia. Para los más arriesgados, hay un montón de actividades como rafting, barranquismo, surf e incluso espeleología.
En Delooks recopilamos algunos de los mejores planes para hacer en el Norte (llueva o no).

Empezando desde la costa gallega nos encontramos las Islas Cíes, en las Rías Baixas. Forman parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia y os aseguramos que no tienen nada que envidiar a las aguas del Caribe.
La playa principal, conocida como Playa de Rodas, fue nombrada en 2015 como una de las más bonitas por el periódico The Sunday Times. Aunque hay que reservar con antelación -ya que el aforo está limitado-, merece la pena conocer este paisaje paradísiaco.

El Cabo de Finisterre es conocido también como “El fin del mundo” porque para los romanos era el punto más occidental de la península, y así lo nombraron.
Situado en la Costa da Morte (La Coruña), cuenta con un atractivo especial desde la antigüedad, atrayendo a visitantes de todo tipo y convirtiéndose en una parada obligatoria para aquellos que hacen el Camino de Santiago.
Visitar Santiago de Compostela es una obligación en Galicia aunque no hayas hecho el Camino de Santiago (y más si es Xacobeo, como este año). Pasear por sus calles nos transporta a un viaje por otra época.
Si tienes tiempo de hacer una parada, basta con que vayas al céntrico bar La Tita y pidas una cervecita. ¡Te pondrán un buen trozo de tortilla poco hecha!
Una de las playas más conocidas de Asturias por su oleaje es la Playa de Salinas, en Castrillón. Desde hace unos años reúne a aficionados de todas partes, lo que hace que en verano se respire un gran ambiente juvenil y un poquito hippie. Hay numerosas escuelas que nos permiten vivir una experiencia completa, incluso con alojamiento.
¿Vas a necesitar coger fuerzas? A un lado de la playa se sitúa el restaurante Ewan, donde sirven uno de los mejores brunch.
Llegando a Ribadesella, pueblo de veraneo del influencer Pelayo Díaz, se encuentra una de las playas donde se pueden ver las mejores puestas de sol.
Lo tiene todo: dunas, acantilados, vegetación, zonas para nudismo, además de ser uno de los arenales más grandes de Asturias. Esta amplitud en el horizonte hace que ver la puesta de sol en esta playa sea una de las cosas más deseadas de la zona.
Coge fuerzas porque no te puedes perder una de las actividades más demandadas por los turistas (y locales): el famoso descenso del río Sella. Bañador, ropa cómoda y protector solar, es lo único que necesitamos para coger los remos y la canoa y disfrutar de 16 km de vistas inigualables.
Se puede parar a comer en casi cualquier punto del recorrido, en algunas zonas incluso verás chiringuitos para los más fiesteros.
Más que una ruta es un paseo hacia una poza natural de color verde en un enclave único. Tras unos 45 minutos caminando a orillas del Río Dobra llegamos a la Olla de San Vicente, un lugar para pasar el día en la naturaleza y saltar a sus pozas de hasta cinco metros de profundidad.
No te olvides de hacerte la foto de rigor.
Nada menos que 90 años avalan el sabor de los helados caseros de Regma, nacida en Santander, pero que también se puede encontrar en algunos puntos de Asturias. Os sorprenderá el tamaño del helado, palabra de Delooker.
Nuestra recomendación: el helado de turrón.
Dicen que Santillana del Mar es la villa de las tres mentiras: ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Lo que sí es una villa preciosa por la que pasear entre sus calles empedradas y sus casas de piedra.

Una de las primeras obras de Gaudí fue esta casa modernista inspirada en la naturaleza y ubicada en una de las localidades más bonitas de Cantabria, Comillas. Girasoles llenan las paredes del exterior, mientras que en el interior se respira una calma llena de lujos propios de una casa para el descanso.
El casco viejo de Bilbao es una de las mejores zonas para comenzar un buen día de pintxos. Los encontramos con todo tipo de ingredientes: las tradicionales gildas, rabas de calamar, zamburiñas o croquetas caseras.
Se nos hace la boca agua solo de pensarlo...
De París a Guetaria (Guipúzcoa), así ha viajado la exposición de “Alaïa y Balenciaga. Escultores de la forma.” Azzedine Alaïa fue un gran coleccionista al cierre de la casa Balenciaga y de donde adquirió un importante número de prendas. Esta exposición reúne lo mejor de dos maestros que dominaban el arte de las formas y los volúmenes.
Amantes de la moda, este será vuestro mejor plan.

Entre los municipios de Bakio y Bermeo, en la costa vasca, se encuentra la ermita de San Juan, que alcanzó su fama internacional gracias a la serie Juego de Tronos.
Un islote rocoso golpeado continuamente por el oleaje del Cantábrico, con nada menos que 241 escalones para llegar a él.